martes, 21 de octubre de 2008

Signos y señales

Dejo para otra ocasión contaros mis últimas vivencias nórdicas (sólo el viaje a Suecia daría para llenar páginas enteras) y me pronpongo una pequeña reflexión, nada filisófico no os preocupeis.
Hoy me he dado cuenta de que mi proceso de danesización o al menos nordización (toma palabros) está bastante avanzado. He aqui los signos y señales de que cada vez más soy uno de ellos:
- Ir en bici a todas partes, a todas horas; ir en bici cuando llueve, ir en bici por la noche (es decir a partir de las 6 de la tarde ya por aqui), salir en bici de fiesta, volver en bici borracho...
- Considerar que las 5 de la tarde es una hora de lo más adecuada para salir del trabajo
- Aceptar que cualquier plato puede ir acompañado de patatas al horno, por imposible que parezca la combinación
- LLevar un chubasquero plegado en la mochila aunque al salir de casa haga sol
- Aceptar que el café ya no se sirve en taza pequeña, si no en tazas de medio litro como poco
- Plantearse la idea de que es posible cocinar sin aceite de oliva y pasarse a aceites raros, e incluso pensar que la mantequilla no es sólo para untar la tostada del desayuno.
- Asumir que las 12 de la noche son horas intempestivas para estar despierto entre semana
- Lanzarse como loco a los parques, jardines y terrazas en cuanto sale un rayo de sol, aunque haga 10 grados.
- Pensar que es normal tapizar los suelos de moqueta hasta en los pasillos
-Mirar con malos ojos al compañero de trabajo que hace pausas de más de 20 minutos al mediodia
- Comer a las 11:45 ? Por supuesto! Y la cena antes de las 8 ( y si es posible a las 7)
- Devorar kanelboller (bollos de canela)
- Pensar que la cerveza ya no es esa extraña bebida que sólo comprabas a los chinos en la puerta del Elástico por puro vicio alcohólico y pasar a considerarla tu bebida básica. Beber sólo cerveza danesa, que para eso existe Carlsberg y Tuborg en 10 variedades como mínimo cada una.
- Pensar que es normal que tu jefe vaya en sandalias con calcetines por el laboratorio
- Ser absolutamente intransigente con la puntualidad. Si hemos quedado a las 8 es a las 8.00. Las 8.05 es llegar tarde y hay que avisar por teléfono de tu retraso.
- Aceptar sin rechistar que todo sea carísimo, y no inmutarte cuando te cobran 2 euros por 4 tomates o 16 euros por una botella de vodka que antes comprabas en El Corte Ingles por 9. Aceptar que los impuestos son importantes y que los pagas el bien de todos, asi que pagar 18 euros por el bono de 10 viajes de Metro es contribuir al bienestar del país.

Y así podría seguir largo y tendido, pero son las 7.15 de la tarde y según lo que acabo de decir, yo ya debería empezar a preparar la cena. Y eso voy a hacer. Con guarnición de patatas, por supuesto.


My nordic mist.
Copenhagen. A year. A lab. My nordic life beyond IKEA

2 comentarios:

Franchejo dijo...

cucu....

Eduardo Lozano dijo...

he avisado a mama.

me ha dicho que te diga que esta encnatada con tu vuelta. que la tenias preocupada.

un beso enorme de los dos.